Bodegas Yuntero ha sacado al mercado un nuevo vino de su marca Épilogo, pero esta vez es un blanco de uva Viogner, una variedad muy limitada y escasa en el mercado, pero que en estos momentos está en alza. En la bodega se recepcionó por vez primer procedente de los terrenos de los socios de la cooperativa, durante la pasada vendimia.
El nuevo vino Epílogo ha sido elaborado y embotellado bajo la Denominación de Origen “La Mancha”, con la ya mencionada Viognier (90%) y Moscatel de grano menudo (10%).
El blanco Viognier es de color amarillo alimonado, muy brillante, con algún destello verdoso muy atractivo. En nariz, es un vino muy complejo, con aroma varietal con un tono floral y toques a mago y piña. Tiene un pequeño toque perfumado que lo hace especial debido al pequeño porcentaje de uva moscatel. En boca, resulta un vino muy voluminoso, glicérico, suave y denso, con un postgusto muy agradable. Es un vino con gran estructura y persistencia que invita a seguir bebiendo. Es vino idela para acompañar arroces, mariscos, algún embutido y pescados azules. Se recomienda una temperatura de servicio de entre 6 y 8º C.
La uva Viognier es originaria de Condrieu (Ródano, Francia). Es una variedad poco extendida y escasa en el mercado. Las plagas, la dificultad de su cultivo y los problemas de producción que hubo durante el pasado siglo con motivo de los conflictos bélicos, casi provocaron su extinción. A mediados de los sesenta quedaban menos de ocho hectáreas de terreno con esta variedad. Recuperada, hoy se cultiva principalmente en Francia, Australia, California y Nueva Zelanda, y de ella se producen vinos blancos muy aromáticos.
La complejidad de su cultivo –es muy susceptible a las heladas primaverales y a las plagas–, sumado a una baja producción y a una maduración tardía, hacen que su precio sea elevado.
Proceso de elaboración
El nuevo vino de Bodegas Yuntero cuenta con una maceración prefermentativa de la uva en frío durante 8 horas, para extraer de manera selectiva los aromas localizados en el hollejo de la uva. Posteriormente, sin ningún tipo de prensado, se realiza un sangrado directo del mosto yema, que luego se limpia mediante desfangado estático a unos 7º C. Con ello, se obtiene un mosto prácticamente transparente. Este proceso puede llegar a durar hasta dos días, al tratarse de dos variedades tan complejas como Viognier y Moscatel. Finalmente, el mosto se fermenta a temperatura controlada (aproximadamente a 15º C) durante 20 días.